Garbanzos con costilla... o la insoportable levedad del beicon

Y heme aqui cuchara de palo en mano, cocinando (de nuevo) tras un largo periodo de como-lo-que-haya-en-la-nevera-sin-perder-tiempo. Aquello comenzó con una inocente tortilla de alubias, pasando por la fase fabada-litoral, patatas-fritas y, como no, nuestras grandes amigas las salchichas franfur.. y bueno, alguna ensalada que otra para desengrasar claro. Si no fuera por mi hermano que me cuida y me hace verduritas, sopitas y pasta rica no se que hubiera hecho estos dias. Pero hoy me he levantado dando un salto mortal, he plantado el pino de rigor, he ido a la cocina y me he dicho, coño, si no tengo galletas para desayunar, que hago? pues un cocidito. pues ale. Bueno la verdad esque ayer ya habia puesto los garbanzos a remojo y habia comprado cosillas para la ocasión, asique no tiene tanta gracia. Ahora esta en proceso de ebullicion, asique ya os contare que tal queda.

Y en tres horitas tenemos curso de suiton.. creo que el cocido lo dejare para después pq si me lanzo a la piscina con todos esos garbanzos en mi interior van a tener que sacarme con grua.

Foto del suceso perpetrado con éxito:

Destrozó el cristal de mis gafas de lejos

Todo se antoja perfecto,
haces planes, prestas besos
y de repente, sucede,
y lo echo tanto de menos..

¡Calvin!

seis añitos, un tigre de ¿peluche?, muuuuuucha imaginación, delirios de grandeza y socio de ASCO (Asociación Sin Chicas Obtusas). Os presento a... ¡Calvin!

Me lo pido

Todos tenemos días malos... el de hoy me lo pido yo. Y quizá reserve alguno más por anticipado, me gusta planear aquello que sucede cuando menos te lo esperas

Pronastos Enoides, o la absurdez supina (miruste)

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